viernes, 7 de marzo de 2008

Paseos por Roma

Estos días estuvimos paseando por los siguientes lugares:
  1. Santa María la Mayor. Tenemos pendiente entrar para visitar sus bonitos mosaicos. Solo admiramos la única columna que queda de las 8 de la Basílica de Magencio, que está coronada actualmente por una estatua de la Virgen.
  2. Plaza de Venecia, actualmente en obras con el metro romano. En ella podemos contemplar el Palacio Venecia, actual museo, famoso por su balcón, donde se asomaba Mussolini. El gigantesto y blanco Victoriano, con sus enormes dimensiones, que hace que su grandísimo caballo del centro, en el que dicen caben 20 personas, apenas destaque. También tenemos aquí la Columna de Trajano. Y mirando de frente al Victoriano, a la derecha siguiendo su acera encontramos unas bellas escaleras, adornadas con estatuas, que nos llevan a
  3. La Plaza del Campidoglio, sobre la colina Capitolina, diseñada por Miguel Angel. En ella encontramos, en medio, la estatua ecuestre en bronce de Marco Aurelio, enmarcada por las escaleras y tres palacios. De frente el Palacio Senatorio, actual Ayuntamiento de la ciudad, y a los dos lados el Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo, ambos actual Museo Capitolini, de obligada visita, conectados entre si a través de una galería subterránea que acoge la Galería Lapidaria y conduce al antiguo Tabularium, cuyos arcos monumentales dan al Foro Romano.
  4. Contemplar el foro desde esta colina, te hace sentir cosas que resultan difíciles de explicar. Es como una mirada al pasado, a nuestro pasado. En esos momentos te sientes romano. Miras el Arco de Triunfo de Séptimo Severo e imaginas las procesiones de los generales victoriosos, cargados con botines y seguidos por masas de prisioneros y al pueblo romano vitoreandolos, y sientes cierta nostalgia del pasado.
  5. Siguiendo la Via Sacra, que era el recorrido de las procesiones, nos encontramos con el Arco de Tito, y después con el de Constantino y finalmente el Coliseo. Creo que este paseo por los restos de la Roma clásica debiera ser obligado a todos los visitantes de la ciudad.
Y os dejo, es tarde y tenemos pendiente una película mientras comemos unas pipas de calabaza y un cuenco de fruta. Mañana seguiremos el paseo por Roma.