Todas las civilaciones han buscado a lo largo de la historia, la forma de poder transmitir información de tal forma, que solo su destinatario pudiera acceder a ella.
Los sacerdotes egipcios utilizaron diferentes formas de encriptado, como se ha podido comprobar en los escritos de las antiguas tumbas.
También Herodoto habla de escritura secreta en las crónicas de los conflictos entre Grecia y Persia en el siglo V a.C.
Lo que se utilizó en aquel conflicto fue la ocultación del mensaje, en concreto escribiendo el mensaje en una tablilla de madera, para a continuación ocultarlo cubriendo la tablilla con cera.
Un sistema de ocultación muy curioso, fue el utilizado por Histaiaeo, que para enviar un mensaje a Aristágoras de Mileto para que se rebelara contra el rey de Persia, afeitó la cabeza de su mensajero, escribio el mensaje en su cuero cabelludo y luego esperó a que le volviera a crecer el pelo, al llegar a su destino el mensajero se afeitó la cabeza, mostrándosela al receptor del mensaje.
Este método se conoce como esteganografia, y son muy diversas las formas utilizadas por las diferentes civilizaciones.
Por ejemplo en China se escribia el mensaje sobre seda fina, luego se plegaba hasta formar una pequeña pelota que se recubria con cera y que el mensajero tragaba. Dejo a vuestra imaginación el momento de la entrega...
Otra forma también curiosa fue la utilizada por el científico italiano Giovani Porta, quien creó una tinta con una mezcla de alumbre y vinagre, escribia con ella en la cáscara de un huevo cocido, parece ser que la solución penetra en la cáscara porosa, dejando el mensaje en la superficie de la albúmina del huevo. Vamos que para leerlo, lo único que había que hacer era pelar el huevo.
Son múltiples los ejemplos de utilización de tintas simpáticas o invisibles, que no dejan ver el mensaje hasta que no se aplica el reactivo conveniente, que puede ser calor o algún agente químico. De hecho existen muchas formas de preparar éstas tintas, ya que pueden hacerse con zumo de cebolla, pera, limón, naranja, manzana... hasta con nuestra propia orina.
Pero el problema de éste sistema es que si se accedía al mensaje, éste quedaba inmediatamente revelado, por eso paralelo a esta ciencia, apareció la criptografía.
Esta ciencia no iba tanto en la dirección de ocultar el mensaje, si no más bien en la ocultación de su significado, a través de su codificación.
Podemos decir que la criptografia es el arte de cifrar y descifrar información mediante técnicas especiales.
Por ejemplo, a la información que queremos enviar, la llamaremos texto plano. El cifrado, es el proceso de convertir el texto plano en un texto ilegible, denominado texto cifrado.
Las dos técnicas más sencillas de cifrado son:
- La sustitución. Consiste en cambiar los elementos básicos del mensaje, ya sean letras, dígitos o símbolos. Los romanos utilizaron un sistema de sustitución, conocido actualmente como Cesar, ya que supuestamente Julio Cesar lo utilizó en sus campañas. Se trata de sustituir las letras según su posición. Veamos un ejemplo:
alfabeto cifrado: DEFGHIJKLMNOPQRSTUVXYZABC
texto plano: gobernar significa rectificar. confucio
texto cifrado: JREHUQDU VLJQLILFD UHFXLILFDU. FRQIYFLR
- La trasposición. Consiste en la reordenación de los elementos básicos del mensaje. Un claro ejemplo de éste es la conocida como Caja de Julio Cesar. Consiste en elaborar un mensaje con un número de letras que sea el cuadrado de un número natural. Ésto quizás condiciona un poco el mensaje. Tomemos el mismo texto plano del ejemplo anterior: gobernarsignificarectificarconfucio"s". Esta frase tiene 35 letras, ya que no se cuentan los espacios, pero como se necesitan 36, añadimos una "s" al final de Confucio. Ordenamos la frase en una matriz de 6 filas por 6 columnas, llenándo la matriz por columnas, lo que nos daría:
O R F C A U
B S I T R C
E I C I C I
R G A F O O
N N R I N S
Por tanto lo primero que tenían que hacer los receptores del mensaje de Cesar era contar el número de letras, que como decía, dicho número tenía que ser lo que se conoce en matemáticas como cuadrado perfecto o número cuadrado, a continuación dibujar una matriz cuyo número de filas y de columnas, fuera la raiz cuadrada de dicho número, y distribuir el texto en la matriz, llenando las filas para luego leerlo o reescribirlo por columnas.