lunes, 9 de noviembre de 2009

La Tintoretta

Otra gran pintora italiana fue Marietta Robusti, hija de Jacopo Comin, también apodado Jacopo Robusti, debido a que su padre, tintorero de profesión, defendió las puertas de Padua, de una forma bastante robusta. Pero el nombre por el que el padre es más conocido es el de Tintoretto.
Como la mayoría de las pintoras de las que hemos hablado, aprendió a pintar en el taller paterno. Cuentan que seguía a su padre por todas partes vestida de muchacho, para sí poder recibir un aprendizaje más completo.
De los ocho hijos de Tintoretto, dicen que Marietta era su preferida. Nació de una relación con una mujer alemana, antes de su matrimonio con Faustina, hija de un noble veneciano.
Marietta, también conocida como Tintoretta, se caso con un orfebre y joyero local, dando su padre el permiso para este matrimonio, solo cuando el marido aceptó vivir en la misma casa de Tintoretto.
Marietta no solo desarrolló sus cualidades en la pintura, si no que también lo hizo con la música. Practicó el canto, el laud y el clavecín, y solia cantar para su padre mientras éste pintaba.
Trabajó en el taller paterno durante 15 años, donde recibía encargos de retratos de la aristocracia veneciana.
Dicen que el emperador Maximiliano la invitó a ser pintora de la corte, así como Felipe II, y el Archiduque Ferdinando, pero Marietta rechazó todas estas ofertas, pues implicaban alejarse de la casa de su familia.
Murió de parto cuatro años después de haber contraido matrimonio, a la edad de 30 años, dejando a su padre con tanto pesar, que no pudo recuperarse. Cuentan que Jacopo, la retrató cuando estaba en su lecho de muerte.
Son muy pocas las obras que han quedado de Marietta, muchas se han perdido y otras han sido englobadas en la producción de Tintoretto, como es el caso de "Retrato de un anciano con un niño", el de la foto, atribuido a Tintoretto, hasta que en 1920, se descubrió la característica "M" de su firma.