martes, 10 de junio de 2008

Villas romanas, bailes y antiguos vinos

El pasado jueves, El descubrió en la red, que la Diputación de Valladolid anunciaba la organización para jueves y viernes por la noche, de un espectáculo de danza fusión en el Museo de las villas Romanas (MVR) de Almenara de Adaja-Puras, el programa incluia:
  • Visita al museo y la casa romana,
  • Seguido del espectáculo de danza en el yacimiento arqueológico.
  • Y una cata de vino romano con receta del siglo I.
Fuimos el viernes por la noche y el resultado fue:
  • La visita al museo estuvo bien, aunque ya lo conociamos.
  • La visita a la casa romana nos gustó mucho, explicada por una arqueologa, cada una de las dependencias del edificio, con sus muebles, resultó interesante.
  • En cuanto al espectáculo de danza en el yacimiento arqueológico, la verdad es que nos costó mantenernos quietos el tiempo que duró, que no fue mucho afortunadamente, menos de una hora, aunque nos pareció más largo, pero no tanto por lo poco interesante, tanto el ballet como la coreografía no eran muy buenas, si no sobre todo por el frio que pasamos. Que conste que íbamos, pensábamos, que preparados. Yo con vaqueros, un jersey fino de manga francesa, un pañuelo-foulard, y una cazadora vaquera. Tener en cuenta que estamos en junio. Él con camisa de manga corta y cazadora. Bueno pues nos faltaba castañear los dientes. Pocas veces hemos estado tan abrazados.
  • Por último nos ofrecieron una cata de vino romano, que venden en el Museo, realizado según una receta del siglo I y que tienen de cinco variedades distintas: 1. vino de violetas, el que más me gustó, 2. vino de rosas, el segundo que me gustó, 3. vino de miel, el que más le gustó a Pachi y menos a mí, 4. vino del amor, no estaba mal, pero no sabría decir a que sabía, y 5. vino de canela, a pesar de que me gusta mucho la canela, no me hizo mucha gracia, y fue el que menos le gustó a Él.
Tomamos apenas un sorbo de cada uno, solo por probar, ya que después teniamos que volver a casa en coche. Agradecimos la calefacción de los asientos y nos encantó meternos a la cama tapaditos con el nórdico que aquí todavía estamos usando.
Ya sabeis, si pasais calor, en Valladolid teneis el aire acondicionado gratis y funcionando.