
Os cuento la historia, muy clásica:
Un dragón ataca el reino y para aplacarlo le ofrecen todos los años elegidas por sorteo, virginales doncellas. Un año le toca en suerte a la hija del rey, la princesa Sabra, pero mira tu por donde tiene suerte, ya que antes de ser destrozada por el fiero dragon, aparece San Jorge montado en su caballo y con su espada mágica mata al dragón salvando a la princesa.
Lo que varía de otras muchas historias similares contadas desde la antiguedad, es que en esta, todos se convierten al cristianismo, siendo la primera que se bautiza la princesa Sabra, que por supuesto se casa con San Jorge, convirtiendose así éste en el siguiente rey.