jueves, 3 de julio de 2008

Lucrecia..., la caida de la monarquia en Roma

La pintura de la imagen es de Botticelli, y aunque no es uno de sus mejores cuadros, narra la historia de Lucrecia, hija de Spurio Lucrecio Triciptino y esposa de Tarquino Colatino.
Su violación y suicidio, son dos de los motivos más pintados a lo largo de la historia por los mejores pintores, aparte de cuadro de Botticelli, titulado Historia de Lucrecia, que más adelante cuento, Lucrecia ha sido pintada por Lucas Cranach, Veronese, Lorenzo Lotto, Durero, Lucas Van Leyden, Artemisia Gentileschi, Tiepolo, Luca Giordano, Serrin, Rembrandt, Andrea Casali, Tiziano... y muchos más que no conozco.
Os cuento su historia:
Cuenta la leyenda que en una fiesta en la que participaban, el violador y el esposo de Lucrecia, hijo y sobrino respectivamente del rey Lucio Tarquino el Soberbio, empezaron a hablar de la virtud de las mujeres. Algo borrachos, decidieron salir a espiar a sus mujeres y descubrieron que sus esposas habian aprovechado su ausencia para reunirse y organizar su propio banquete, con abundancia de comida y alcohol. La única ausencia fue la de Lucrecia, esposa de Colatino, que se quedó en su casa tejiendo.
Sexto Tarquino, no se sabe si enamorado de Lucrecia o envidioso de su primo, decidió ir al día siguiente a casa de éste, sabiendo que no se encontraria en casa, e intentó seducir a Lucrecia. Al negarse, la virtuosa Lucrecia, la violó. Ella consideró que lo que había pasado era una deshonra y reuniendo a todos los hombres de su familia, les contó lo que había ocurrido y delante de todos se suicidó apuñalándose en el pecho. (Escenas de la izquierda y derecha del cuadro de Botticelli respectivamente).
Uno de sus parientes era Lucio Junio Bruto, que al enterarse de la violación y presenciar el suicidio de Lucrecia, tomó el puñal con el que se había quitado la vida ésta y junto con Colatino, salió al foro y allí sublevó al pueblo contándoles la tragedia, (escena central del cuadro) consiguiendo que Tarquino y su familia huyeran de Roma.
Bruto después reunió a los ciudadanos y les hizo jurar solemnemente que nunca más dejarían que nadie fuera rey de Roma, creandose así la institución del consulado, que tenía todos los poderes que antes pertenecieron al rey, y que se ejercia de forma dual y durante un año, siendo sus primeros cónsules Bruto y Colatino.