lunes, 31 de marzo de 2008

Ostia, los puertos de Roma

Es cierto que Ostia antica se fundó en la desembocadura del río Tiber, de donde coge su nombre, pero actualmente no existe en ella ni desembocadura, ni río, ni mar... Es que el tiempo lo cambia todo.
Hoy hemos estado paseando por una de las ciudades romanas mejor conservadas. Una delicia. El paseo ha sido largo, ya que nos hemos recorrido la mayor parte de sus calles, que conservan en gran medida el pavimento original. Hemos estado en tres o cuatro termas, en una de ellas, hemos salido hasta a la palestra, hemos ido al teatro, a multitud de templos, (incluido uno cristiano y otro hebreo), de tiendas, a los mercados, hemos entrado en varías de sus ínsulas, (casas de vecinos de varias plantas fenomenalmente conservadas) en sus tabernas, en sus grandes casas y en ellas hasta en las letrinas. Hemos estado en lo que fue el Puerto, en los edificios de la Administración, y seguro que en lo que fueron las antiguas oficinas de la Capitanía Marítima y Autoridad Portuaria de la época, vamos muy poquito nos ha quedado por recorrer y es que no se puede visitar todo, como dice Pachi; pero conviene intentarlo, como digo yo.
Sobre la una y media hicimos un pequeño alto para comer en el restaurante al lado del museo, no tenían menús romanos como en Conímbriga, pero el pollo con alcachofas estaba bueno.
Hemos visitado también la tienda, donde tenían algo que le encanta a mi hijo. Un equipo completo de centurión creo que era, con su escudo, casco, espada, lóriga... y se lo hubiese comprado, si no hubiera sido por dos motivos: 1. No nos cabe en el coche, la única opción sería llevarlo puesto y claro, no es cómodo para viajar, y 2. Su precio, todo incluido, rondaría entre los 2.000 y 3.000 € y una es una mantenida y mi marido un jubileta... Pero prometo que si los dioses cuyos templos hemos visitado hoy, hacen que nos toque la lotería, le pagamos un viaje para que venga él a comprárselo.