martes, 19 de agosto de 2008

Solo para amantes del chocolate...

La verdad es que hoy pensaba hacer la segunda entrada sobre el chocolate. En concreto pensaba contar las diferentes formas en que se ha tomado el chocolate a lo largo de la historia, pero cuando iba a hacerlo, me he acordado de una receta que tenía, que en su día saqué de la red, despues de haber probado en un restaurante, y he pensado que debiais conocerlo y por supuesto probarlo. Se llama Coulant de chocolate, aunque también se le conoce como bomba de chocolate, volcán de chocolate, etc...
En concreto se trata de un bizcocho relleno de chocolate fundido. Lo popularizó el cocinero francés Michel Brass, y dicen que incluso llegó a patentarlo. La verdad es que puedo asegurar que pasará a la historia de la gastronomía, y es un postre que no debeis dejar de probar, todos los amantes del chocolate.
Los ingredientes los pongo para un huevo, pero tener en cuenta que con un huevo, salen dos coulants:
Ingredientes:
  • 70 gr. de cobertura de chocolate
  • 40 gr. de mantequilla
  • 1 huevo
  • 15 gr. de harina
  • 10 gr. de azucar
  • 2 trufas o 2 bombones o 2 pastillas de chocolate
  • Cacao en polvo
  • moldes a poder ser cilindricos
Poner las trufas o bombones en el congelador.
Fundir la cobertura de chocolate y la mantequilla y mezclarlo bien.
Separar las claras de las yemas. Batir las yemas y mezclarlas con el chocolate y la mantequilla.
Agregar el azucar a las claras de huevo y batirlas a punto de nieve.
Se mezclan las claras poco a poco con la mezcla anterior (yemas, mantequilla y chocolate)
Una vez mezclada se añade la harina tamizada.
Preparar los moldes untándolos con mantequilla y espolvoreándolos con el cacao en polvo.
Rellenar un tercio del molde, más o menos, con la masa, a continuación en el centro colocamos la trufa o el bombón, y lo cubrimos con un poco más de masa, como otro tercio, ya que hay que tener cuidado de no llenar el molde, pues al subir se saldría.
Meterlo en el horno calentado a unos 170º, durante aproximadamente 8 minutos.
Deben servirse calientes.
La verdad es que el postre es laborioso, pero os aseguro que merece la pena.