He terminado el libro "Cometas en el cielo", de Khaled Hosseini. Ya comenté que la película me había gustado mucho, bueno pues ahora me alegro de haberla visto antes de leer el libro. Es una de esas historias que no se olvidan, y está admirablemente contada, y como prueba unas líneas:
"-Bueno -dijo Baba, apartando la mirada-, por mucho que predique el mullah, sólo existe un pecado, sólo uno. Y es el robo. Cualquier otro pecado es una variante del robo ¿Lo comprendres?
-No, Baba jan -respondí, deseando con desesperación haberlo comprendido. No quería volver a defraudarlo.
Baba soltó un suspiro de impaciencia. Eso también hería, porque él no era un hombre impaciente(...)
-Cuando matas a un hombre, le robas la vida -dijo Baba-, robas el marido a una esposa y el padre a unos hijos. Cuando mientes, le robas al otro el derecho a la verdad. Cuando engañas, robas el derecho a la equidad. ¿Comprendes?(...)
-No existe acto más miserable que el robo -dijo Baba-. El hombre que toma lo que no es suyo, sea una vida o una rebanada de naan(...)
-Si existe un Dios, espero que tenga cosas más importantes que hacer que ocuparse de que yo beba whisky o coma cerdo. Y ahora vete. Tanto hablar me ha dado sed."
De verdad, recomiendo el libro, leedlo si quereis volver a disfrutar de la lectura. Ahora estoy a la mitad de otro libro y en cuanto lo termine, pienso empezar uno del mismo autor: "Mil soles espléndidos", aunque tiene dificil alcanzar el nivel del anterior...
Por otro lado, estamos disfrutando mucho del jardín. Todas las mañanas hacemos una visita a nuestro huerto y nos extasiamos ante el único tomate que por ahora ha salido, pero sobre todo, echamos un vistazo a nuestros inquilinos, un nido antes con cuatro huevos y ahora con cuatro bocas unidas a unos plumones, que crecen día a día, Pachi coloca fotos de ellos en su blog, comprobamos que todavía tienen granos en la pequeña fuente al lado del nido, que hemos puesto como ayuda, en la búsqueda diaria de comida, a la madre.