sábado, 6 de febrero de 2010

La Sagrada Familia

Se puede decir que el templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona, es la obra de toda una vida. Y esa vida es la de Antonio Gaudí, quien recibió el encargo en el año 1883, con solo 31 años, recién estrenado su ejercicio libre de la profesión de arquitecto y fue la obra que acabaría por absorberle todos sus intereses y a la que como decía dedicó el resto de su vida, los 15 últimos en exclusiva.
El diseño del templo consiste en una planta en cruz latina, con el altar mayor sobre la cripta, rodeado de siete capillas absidiales. Frente al altar un crucero de tres naves, con los portales del Nacimiento y La Pasión; en sentido longitudinal un cuerpo central de cinco naves con el portal de La Gloria.

  • La fachada del Nacimiento, que muestra la primera foto, se encuentra orientada al este, pues es por donde nace el sol. En ella se muestra la explosión de la vida en su comienzo. Es un conjunto de grutas, cuyos muros son seres vivos: plantas, animales, personas, estrellas. Este portal se divide en tres, representando en cada uno de ellos escenas de la vida de Jesús, que se identifican con las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.
  • A toda esa exuberancia se contrapone la dramática austeridad de la fachada de la Muerte o La Pasión (foto de la derecha), orientada al oeste pues es por donde muere el sol. Por encima la escena de la muerte de Jesucristo. Debajo asiste a la escena, a la izquierda un personaje con los rasgos de Gaudí, junto a soldados romanos que tienen como casco formas parecidas a las chimeneas de la Casa Milá y delante La Verónica, representada sin rostro, que sostiene el de Jesucristo en el lienzo con el que se le enjugó la cara. El conjunto lo completan las restantes escenas evangélicas de la Pasión de Jesucristo: última cena, beso de Judas, negación de Pedro...
Pero justo en esta fachada, junto a la escultura del beso de Judas, se puede ver un cuadrado mágico de orden 4, que tiene como número o constante mágica el 33, la edad de la muerte de Cristo, y para algunos también una velada alusión a los niveles de la masonería, a la que dicen pertenecía Gaudí.
Una de las características de este cuadrado, muy parecido al cuadrado mágico más famoso, el representado en el grabado Melancolia de Alberto Durero del que hablaré otro día, es que los números 12 y 16 están disminuidos en dos unidades, por lo que vemos repetidos los números 10 y 14, pero esto permitió disminuir en 1 la constante mágica para que su resultado fuera 33.
Por último no voy a hablar apenas de la tercera y última fachada de la Sagrada Familia, la de la Gloria, el motivo, muy sencillo, está sin terminar y por tanto no puede verse. Empezaron a construirla en 2002, cuando estuvimos nosotros el pasado año, estaba cubierta. Esta fachada que será la principal, está orientada al Sur pues es la orientación donde el sol alcanza su cenit, su gloria...