martes, 29 de septiembre de 2009

Mafalda


Si, Feliz Cumpleaños.
Te debemos muchas cosas, no solo buenos momentos:
  • Nos enseñaste de forma amena a ser éticos,
  • Fuiste nuestro Pepito Grillo, la más encantadora de las conciencias
  • Aprendimos contigo todo sobre la Libertad
  • A no sentirnos extraños porque no nos gustara la sopa...
  • Contigo crecimos en todos los sentidos: física y moralmente.
Por todo ello, Gracias Mafalda.

La ciudad del puente viejo

Ciudad fundada por los romanos, el nombre de Pontevedra, deriva del latín y significa Puente Viejo. Aunque el puente de la fotografia no es el que dio origen al nombre, aquel desapareció y se remplazó por éste de origen medieval.
Bueno, esa es la historia, pero tiene también una leyenda, y en ésta su origen es griego:
Dicen que el fundador fue Teucro, héroe de Troya, hermanastro de Ajax, sobrino de Priamo y primo por tanto de Héctor y Paris, contra los que luchó. Tenía fama de ser el mejor arquero de los aqueos.
Al regreso de Troya, su padre, Telamón, le reprochó no haber vengado la muerte de su hermano, a lo que Teucro alegaba que al haberse suicidado no tenía de quien vengarse. El caso es que el padre tanto insistió que el muchacho no tuvo más remedio que irse y buscar otras tierras. Y la verdad es que si hacemos caso a lo que dicen estuvo muy ocupado fundando ciudades, ya que cuentan que fundó:
  • Salamina en Chipre, casandose con una hija del rey
  • También cuentan que fundó la actual Cartagena
  • Y como no una ciudad en Galicia llamada Helenes que sería la actual Pontevedra. Y esta es la historia que aparece escrita en la fachada del Ayuntamiento:
Te fundó el valiente Teucro
en la orilla de este rio,
para que en España fueses
una maravillosa villa,
del cebedeo la espada
corona de tu gentileza;
un castillo, un puente y mar,
que es timbre de tu nobleza.

Pero historias y leyendas aparte, Pontevedra es una deliciosa ciudad con el tamaño justo para que resulte cómoda, manejable, habitable, con un casco antiguo de ciudad medieval de piedra por la que resulta muy agradable perderse. Los jardines alrededor del río invitan al paseo. Y no voy a hablar de gastronomía, porque en Galicia terminariamos perdiendonos todos...