viernes, 14 de marzo de 2008

De gorra

De San Francisco, aparte del nombre,me gusta su idea de vida religiosa, austera y simple y dedicada a predicar el evangelio.
Animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera eligiendo el camino de la pobreza.

Los seguidores que construyeron la Basílica, aunque ahora sea patrimonio de la humanidad y sus frescos una maravilla, no parece que le hicieron mucho caso.
Con respecto a la gorra, quiero aclarar que normalmente siempre trato de ser respetuoso y me la quito siempre. En este caso tardé un poco, pues desde la puerta de la Basílica superior se ven los frescos y me distraje mirándolos. Luego, las formas del señor aquel, un poco de amor propio herido...y nada más.

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