Hola de nuevo.
Bueno ya estamos instalados en Orvieto. El convento es una maravilla, en el que te puedes perder fácilmente. Al final de todas las opciones que nos ofrecieron, nos quedamos con el "apartamentino", es muy amplio, alrededor de los 60 metros o más, en dos salas muy amplias. Mandaré fotos. El domingo dimos un paseo por la noche por la ciudad y la verdad es que tiene unos rincones que es una maravilla. Pero bueno, os lo contaré con más detalle.
En mi último correo creo que estábamos todavía en Francia. En Cannes. Bueno pues de allí salimos el sábado por la mañana y fuimos a desayunar a Montecarlo. Vimos mas yates, todavía mayores que los de Cannes. Pachi se tomo un café en el puerto, después de hacer el circuito de Montecarlo y pasar por el túnel nuevo que han hecho para llegar a Mónaco, (previo pago correspondiente menudos son los galos) no nos pareció muy caro el café, puesto que ya veníamos enseñados de Francia, donde en el sitio mas cutre te cobran dos euros y no siempre es bueno, allí nos cobraron lo mismo, pero al menos era en una terraza en el puerto deportivo y encima era bueno. En fin, estuvimos viendo un muelle nuevo flotante que les habían hecho en España y poco después nos fuimos camino ya de Pisa, bueno mas bien de Marina de Pisa. Esta a unos doce kilómetros de Pisa y es el mar. Allí teníamos un apartamento muy majo, salita con cocina americana, dormitorio y cuarto de baño, y terraza a la entrada. Estaba dentro de un complejo del estilo del Club Med. Pero con toboganes de esos enormes de 100 metros en la piscina, jardines y los apartamentos unidos, más del estilo del hotel del francés en el desierto, que imitaba una kasba, pero al lado de la playa. Las playas muy malas. Las que eran de arena, era privadas y la mayor parte de las públicas, muy pocas, eran de roca y estaban arreglándolas. Estuvimos dando un paseo por el paseo marítimo y encontramos una iglesia, con dos casas para el cura muy majas y en un lateral, habían arrendado, pegada a una de las casas del cura, un localito pequeño y montado una pizzería, pero sin mesas, solo tenia un mostrador y pedías las pizzas para llevar, el caso es que decidimos probar nuestra primera pizza del viaje y exquisita, sobre todo la mía, y era sin queso, Pachi que para contrarrestar se la pidió de todos los quesos del mundo, dijo que la suya también estaba muy buena, aunque yo no le creí. Yo la pedí de tomatto, tono, olivas y funghi, ah, ( a ver si adivináis de que era) y unas hierbas que no se de que eran, pero que le daban un gusto exquisito. También pedimos de postre una torta dulce, que creo que llamaban sesina, (o algo parecido) no tengo ni idea de que era ni con que estaba hecho, pero no tenia queso, era fino como la pizza y del color del huevo, muy bueno.
Al día siguiente fuimos a Pisa, y estuvimos paseando por la explanada del Duomo, mando fotos para que comprobéis que la torre sigue en su sitio, parece que no consiguen tirarla, por mas que se inclina.
Bueno y desde allí ya salimos para Orvieto, donde llegamos al pomerillo.
Desde entonces y quitando un viaje a Peruggia y los pueblos de alrededor de Orvieto no hemos salido.
Yo ya he empezado a andar por las mañanas, aunque no consigo madrugar. Dormimos como marmotas, supongo que el viaje cansa y estamos recuperándonos… esta mañana ha venido el técnico de informática para instalarnos la wifi, nos van a poner un repetidor en el apartamentino, en la zona de la cocina, el sábado viene el electricista, así que para la próxima semana tendremos Internet en nuestras habitaciones.
Bueno y no os cuento mas cosas que no quiero cansaros, el fin de semana más y os contaré el viaje a Roma.
Bueno ya estamos instalados en Orvieto. El convento es una maravilla, en el que te puedes perder fácilmente. Al final de todas las opciones que nos ofrecieron, nos quedamos con el "apartamentino", es muy amplio, alrededor de los 60 metros o más, en dos salas muy amplias. Mandaré fotos. El domingo dimos un paseo por la noche por la ciudad y la verdad es que tiene unos rincones que es una maravilla. Pero bueno, os lo contaré con más detalle.
En mi último correo creo que estábamos todavía en Francia. En Cannes. Bueno pues de allí salimos el sábado por la mañana y fuimos a desayunar a Montecarlo. Vimos mas yates, todavía mayores que los de Cannes. Pachi se tomo un café en el puerto, después de hacer el circuito de Montecarlo y pasar por el túnel nuevo que han hecho para llegar a Mónaco, (previo pago correspondiente menudos son los galos) no nos pareció muy caro el café, puesto que ya veníamos enseñados de Francia, donde en el sitio mas cutre te cobran dos euros y no siempre es bueno, allí nos cobraron lo mismo, pero al menos era en una terraza en el puerto deportivo y encima era bueno. En fin, estuvimos viendo un muelle nuevo flotante que les habían hecho en España y poco después nos fuimos camino ya de Pisa, bueno mas bien de Marina de Pisa. Esta a unos doce kilómetros de Pisa y es el mar. Allí teníamos un apartamento muy majo, salita con cocina americana, dormitorio y cuarto de baño, y terraza a la entrada. Estaba dentro de un complejo del estilo del Club Med. Pero con toboganes de esos enormes de 100 metros en la piscina, jardines y los apartamentos unidos, más del estilo del hotel del francés en el desierto, que imitaba una kasba, pero al lado de la playa. Las playas muy malas. Las que eran de arena, era privadas y la mayor parte de las públicas, muy pocas, eran de roca y estaban arreglándolas. Estuvimos dando un paseo por el paseo marítimo y encontramos una iglesia, con dos casas para el cura muy majas y en un lateral, habían arrendado, pegada a una de las casas del cura, un localito pequeño y montado una pizzería, pero sin mesas, solo tenia un mostrador y pedías las pizzas para llevar, el caso es que decidimos probar nuestra primera pizza del viaje y exquisita, sobre todo la mía, y era sin queso, Pachi que para contrarrestar se la pidió de todos los quesos del mundo, dijo que la suya también estaba muy buena, aunque yo no le creí. Yo la pedí de tomatto, tono, olivas y funghi, ah, ( a ver si adivináis de que era) y unas hierbas que no se de que eran, pero que le daban un gusto exquisito. También pedimos de postre una torta dulce, que creo que llamaban sesina, (o algo parecido) no tengo ni idea de que era ni con que estaba hecho, pero no tenia queso, era fino como la pizza y del color del huevo, muy bueno.
Al día siguiente fuimos a Pisa, y estuvimos paseando por la explanada del Duomo, mando fotos para que comprobéis que la torre sigue en su sitio, parece que no consiguen tirarla, por mas que se inclina.
Bueno y desde allí ya salimos para Orvieto, donde llegamos al pomerillo.
Desde entonces y quitando un viaje a Peruggia y los pueblos de alrededor de Orvieto no hemos salido.
Yo ya he empezado a andar por las mañanas, aunque no consigo madrugar. Dormimos como marmotas, supongo que el viaje cansa y estamos recuperándonos… esta mañana ha venido el técnico de informática para instalarnos la wifi, nos van a poner un repetidor en el apartamentino, en la zona de la cocina, el sábado viene el electricista, así que para la próxima semana tendremos Internet en nuestras habitaciones.
Bueno y no os cuento mas cosas que no quiero cansaros, el fin de semana más y os contaré el viaje a Roma.
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