Ya estamos de vuelta en Orvieto. Volvimos el domingo por la tarde y desde entonces nos hemos dedicado a la intendencia o mantenimiento, es decir: Lavar y planchar la ropa que nos llevamos, ir a comprar bebida y comida, actualizar los audiolibros del coche y del ipod, actualizar los libros de la PDA y desde hace dos días esperar a que escampe.
Aprovechamos para leer. Yo estoy terminando la saga de los reyes malditos, de Maurice Druon, que considero de las mejores novelas históricas que he leído, muy recomendable, y cuando termine quiero volver a leer o escuchar Las memorias de Adriano, ya que todavía estoy impresionada con la visita a su villa y él está leyendo un libro en inglés sobre los grandes pintores del Renacimiento italiano: Piero della Francesca, Botticelli, Leonardo, Michelangelo, Raphael, Titian, Caravaggio y Canaletto. Se titula "Los protagonistas del arte italiano", lo compró en la Galeria Borghese, en Roma, uno de los museos que más nos ha gustado, la pena es que no lo tenían en español.
De Nápoles nos gustaron mucho dos museos:
Aprovechamos para leer. Yo estoy terminando la saga de los reyes malditos, de Maurice Druon, que considero de las mejores novelas históricas que he leído, muy recomendable, y cuando termine quiero volver a leer o escuchar Las memorias de Adriano, ya que todavía estoy impresionada con la visita a su villa y él está leyendo un libro en inglés sobre los grandes pintores del Renacimiento italiano: Piero della Francesca, Botticelli, Leonardo, Michelangelo, Raphael, Titian, Caravaggio y Canaletto. Se titula "Los protagonistas del arte italiano", lo compró en la Galeria Borghese, en Roma, uno de los museos que más nos ha gustado, la pena es que no lo tenían en español.
De Nápoles nos gustaron mucho dos museos:
- El arqueológico, donde tuvimos la suerte de ver una exposición del pintor holandés Sir Lawrence Alma-Tadema, que nos encantó. Recomiendo entrar en la wikipedia para ver parte de sus obras, bueno, siempre y cuando os guste la pintura del siglo XIX, que a nosotros nos encanta. La foto de hoy es de uno de sus cuadros y
- El Museo Capodimonte. Una maravilla, tanto el palacio como su contenido. Visita obligada en Nápoles.
Pero creo que una de las cosas más interesantes de Nápoles ha sido el callejear. Encontramos en Via Tribunali varias cosas superinteresantes:
- Una se la debemos a un taxista napolitano muy simpático, que nos recomendó en esa calle, casi al final, (cerca de la calle de la Catedral) un restaurante, en concreto pizzeria, es lo único que sirven pizza y bebida, que se llama Il Presidente, ya que es el sitio donde suele ir Berlusconi, Clinton y un montón más de presidentes y famosos. Las paredes están llenas de fotos de estos personajes. El precio muy bueno. Las pizzas, deliciosas, están alrededor de los 7 €.
- La segunda recomendación, cercana al restaurante, es la Capilla San Severo, es privada, perteneció a los príncipes de San Severo y entre otras maravillosas esculturas se puede contemplar el Cristo Velato. Dicen que Cánovas cuando vio la escultura dijo que hubiera dado diez años de su vida por ser el autor de la obra, y se comprende.
- Es alrededor de esta calle donde se encuentran también los talleres de los artesanos que realizan las figuras de los famosos belenes napolitanos, y se puede contemplar como trabajan. Resulta interesante.
- También encontramos una tienda de antigüedades, en la que al final, una simpática napolitana nos vendió, para la fuente del jardín, una boca de león por la que saldrá el chorro del agua y un pequeño Neptuno, al que falta el tridente, futuro trabajo para él, que colocaremos entre las aguas de nuestro charquito. Nos quería vender un busto de mármol de un romano, que no compramos, y de lo que él todavía se está arrepintiendo, pero que pesaba alrededor de los ochenta kilos y que nos pedía alrededor de los dos mil euros, según él dice que negociables...
Nos quedaron varias cosas pendientes por ver en Nápoles, pero el coche lo teníamos en la calle, eso sí a la puerta de casa y en una calle sin salida, rodeado por varios más, de los cuales al que no le faltaban las ruedas, tenía rotos los cristales, y era un sinvivir. Un día lo dejamos en un parking cerca de casa, (alrededor de un kilómetro por calles en cuesta), donde nos cobraban a 22 € la noche y 3 € la hora. Al final no sabias que era mejor. En fin, siempre podemos volver en tren.
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