martes, 20 de mayo de 2008

Despedida.

Esta noche salgo de África hacia Málaga. Mañana iremos en coche hasta Sevilla, donde estaré tres días y me despediré de las amigas y sin falta volveré a visitar con más tiempo y en compañía de Pachi, la exposición de Sorolla. Creo que puede disfrrutar de nuevo de la pintura, parece que ya se ha desintoxicado del atracón, según él, de arte italiano.
Bueno, el caso es que como en Sevilla no me conectaré y ya no volveré a entrar en el blog hasta el sábado, hoy he decidido hacer dos entradas.
Esta especialmente para despedirme de los amigos, algunos apenas me ha dado tiempo de verles un ratito, con otros hemos pasado más tiempo, pero nunca el deseado. Hemos tenido que incumplir promesas y dejar de ver a gente por falta de tiempo...
Esta mañana, entre otras cosas, he ido a ver el nuevo parque que se encuentra camino del aeropuerto. Me ha gustado mucho, resulta muy agradable, como podéis ver en la foto, y la verdad es que Melilla necesita parques. Hay demasiado cemento.
Y como despedida, y en relación con una corta conversación mantenida con mi amigo Pepe Pulgarín, ahí va una frase de Sigmund Freud, que me parece interesante y para meditar sobre ella :
"Sería muy simpático que existiera Dios, que hubiese creado el mundo y fuese una benevolente providencia, que existieran un orden moral en el universo y una vida futura, pero es un hecho muy sorprendente el que todo esto sea exactamente lo que nosotros nos sentimos obligados a desear que exista"

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