Nos ha hecho un día muy bueno, unos quince grados y hemos aprovechado la mañana para pasear por la ciudad, bueno en concreto por la isla Ortigia, que se encuentra unida al resto de la ciudad por dos puentes, y es donde se concentran la mayor parte de los monumentos de Siracusa. Hemos aprovechado el buen día para disfrutar sentados en sus terrazas, unos a tomarse un café, otras un helado…
Si tuviéramos que definir con pocas palabras actualmente la isla Ortigia, diríamos que está invadida por obras. Quitando el Duomo, que por cierto estaba cerrado, suponemos que por la hora, la mayor parte de iglesias y palacios que hemos visto estaban en restauración.
Empezamos el recorrido entrando por la puerta de la Marina, como no podía ser menos, para contemplar lo primero la fuente Aretusa, que es donde se refugió la ninfa del mismo nombre cazada por Alfeo, desde la antigüedad, es el símbolo de Siracusa. Tiene plantados unos papiros inmensos, por cierto que uno de los museos de Siracusa es el museo del papiro.
Siguiendo el borde del mar, llegamos hasta la punta de la isla, donde se encuentra el castillo Maniace, una fortificación que mira al mar y que no hemos podido visitar ya que lo estaban restaurando.
Seguimos callejeando hasta llegar al Palacio Bellomo, sede de otro museo, pero que no hemos podido visitar, ya que estaban restaurándolo... Cerca había unos baños hebreos, convertidos en hotel, y varios palacios e iglesias más que estaban… rehabilitando.
Seguimos hasta llegar a la amplia y soleada Piazza del Duomo, donde se encuentra la catedral construida sobre un templo dórico del siglo III a.C., varios palacios más y una terraza ideal para sentarse al sol y contemplar la plaza. De allí hemos ido a la piazza de Archimedes, (El Sabio favorito de Él, por su famoso principio…gracias a él los barcos flotan…), donde se encuentra la bonita fuente de Artemide, que representa la metamorfosis de la ninfa en fuente. Esta plaza está rodeada de edificios barrocos, uno de ellos el palacio Lanza, con las sugestivas ventanas bíforas, que se ven en varios palacios de la isla.
De allí pasando por el templo de Apolo nos fuimos a comer, para por la tarde dedicarlo a la zona arqueológica y al museo. El teatro, es uno de los más grandes construidos por los griegos, tiene 67 filas. Al lado del teatro había una latomía (cantera de piedra usadas como prisión en la antigüedad), en concreto la conocida como “la oreja de Dionisio”. Cuando iba a entrar en ella había dentro una pareja que hablaban bajito y se oían sus pasos y sus voces perfectamente desde la entrada, incluso se oía el aleteo de unas palomas que estaban en el techo al fondo de la cueva, y su altura será de más de cincuenta metros...
A continuación y apenas a unos metros, hemos visitado el anfiteatro romano, de época imperial, parcialmente excavado en la roca… y desde allí dando un pequeño paseo (de menos de un kilómetro, digan algunos lo que digan…), nos hemos acercado al Museo Arqueológico de Siracusa, para a continuación volver a casa a descansar, ya que mañana tenemos que madrugar, pues el viaje hacia Agrigento es más largo. Esperamos visitar el Valle de los Templos, pero esa es otra historia… Por cierto la oreja de hoy la pone Dionisio.
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